top of page

La revolución artesanal en Bahía.

  • Samanta Leonard - Gonzalo Sarraute
  • 5 jul 2017
  • 2 Min. de lectura

Partiendo de restaurantes, pasando por bares recientemente inaugurados y hasta incluyendo una peluquería donde se sirve cerveza tirada, la lista mostraba una cultura instalada en el mundo y otras ciudades del país que comenzaba a gestarse en Bahía Blanca.

Once meses después, los bahienses ya pueden sumar cinco cervecerías nuevas, a las que se deben agregar los no pocos restaurantes que, para no quedar afuera de la ola, también decidieron agregar el producto a sus cartas.

Otra pata de la mesa que no se puede soslayar son las fábricas de cerveza artesanal, las que, pese a no ofrecer servicio de comida en el lugar, subsisten gracias al expendio y relleno de botellones, algo cada vez más común entre jóvenes que empiezan a alejarse de las típicas cervezas industriales que se consiguen en la góndola del supermercado.

Cabe analizar si este nuevo fenómeno, que sin dudas forja un paladar más sofisticado, implica para los amantes de la cerveza un mayor gasto que el habitual.

Dejando de lado la franja horaria de 2x1 conocida como 'happy hour', en la que la pinta de cerveza se puede conseguir por unos 45 o 50 pesos, tanto en el horario de la cena como en las horas siguientes la pinta (medio litro) oscila entre 85 y 105 pesos, lo que se traduce en unos 200 pesos por litro de cerveza artesanal, contra los 55 de una primera marca de industria nacional.

También se debe evaluar si este tipo de salidas, que a priori se conciben como más económicas que una clásica visita al restaurante, son efectivamente más baratas.

Mientras que desde el rubro gastronómico afirman que las cervecerías no les quitan mucha clientela a los restaurantes, aquellas sostienen que su oferta no es la comida elaborada ni intenta serlo, sino que simplemente apunta al tapeo, la picada y la comida al paso.

Sin embargo, una persona que consuma una hamburguesa con papas fritas más un litro de cerveza a la hora de la cena, difícilmente gaste menos de 300 pesos en una cervecería, precio por el que otros sostienen que en un restaurante se puede acceder a ofertas de cocina internacional.

Por último, mientras que probablemente los locales de canillas múltiples y birras espumantes seguirán multiplicándose –-algo a lo que sus propietarios no temen-- en Bahía Blanca, el análisis de la “revolución cervecera” deberá, en un futuro no muy lejano, llegar más allá, hasta los quinchos, garajes y patios de las casas, donde cada vez más aficionados bahienses se largan a producir, solo por amor al arte, sus propias rubias, negras y coloradas.

 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2017 by  HAPPY DRUNK. 

bottom of page